La integridad y rectitud de una acción no sólo se evalúa en base a las consecuencias en las que derive, sino en el proceso que comprende el diseño y la toma de decisiones. Esta ideología, llamada no-consecuencialista, nos permite forjar una idea empresarial que toma en cuenta a todas las personas y grupos involucrados y potencialmente vinculados a nuestra toma de decisiones. De esta manera, OleoSur amplía el potencial de su impacto en la sociedad mexicana.
En OleoSur no creemos en el utilitarianismo o, en otras palabras, que “el fin justifica los medios.” Creemos firmemente en que todos nuestros grupos de interés requieren beneficiarse de nuestras operaciones, y ésta es la razón última de nuestra empresa. La creación de valor no deberá menospreciar en ningún momento los intereses de alguna de nuestras partes interesadas y, si en algún momento se hiciere, OleoSur implementará las acciones correspondientes para su mitigación y reparación como sea necesario. Sólo así lograremos el mayor beneficio para todos y todas.
Esta filosofía, con tintes innovadores, se mezcla e interrelaciona con los valores tradicionales de la empresa, que impulsa a toda la organización hacia una nueva etapa de cambio enfocado en la excelencia integral. El cambio requiere de una renovadora visión y objetivos retadores que transformen y revolucionen la cultura de la organización, por aquella que promueve nuestra filosofía.
Reconocemos que la integridad de las personas proviene de dos fuentes. La primera, de la conciencia del individuo, y la segunda, de la sociedad. En Oleosur reconocemos la necesidad de actuar como una guía que sirva de ejemplo para que las personas relacionadas a nosotros actúen dentro de la sociedad en concordancia con nuestra filosofía. De aquí nace la necesidad de crear el Código de Ética de OleoSur, que exprese nuestras motivaciones y, al mismo tiempo, un Código de Conducta que establezca los lineamientos básicos y primordiales del comportamiento de todos sus grupos de interés.